Aquí le traemos la rutina completa tanto para el día como para la noche. La piel de su rostro estará suave, lisa y radiante.
La piel del rostro “siempre está expuesta a los agentes externos -el sol, los rayos UV, el calor, el frío, el aire, la contaminación, lo que la hace más susceptible a sus daños”, asegura Catherine Córdova, directora de Dermática Centro Dermatológico. Además, presenta más glándulas sebáceas que el resto del cuerpo y es mucho más delgada. “La zona alrededor de los ojos, por ejemplo, tiene un espesor de hasta 0.05 milímetros, siendo la más delicada”, sostiene la dermatóloga Mariana Hurtado.
BUENOS DÍAS
Por estas razones, necesita una rutina de cuidado completa. En la mañana, antes de salir de su hogar, repita 3 pasos básicos:
1. Limpiar. Para eliminar las impurezas y retirar el sebo generado durante la noche. Ayuda a absorber mejor los componentes de los otros productos de cuidado. El limpiador debe ser libre de detergentes y jabones.
2. Hidratar. Hágalo usando un producto con ácido hialurónico y todo el año.
3. Proteger. Elija un Factor de Protección Solar (FPS) de 50. “Los rayos UV son la causa principal del envejecimiento prematuro, las manchas y el cáncer de piel”, explica Hurtado. Eso sí, aplíquese en forma ascendente, de preferencia con sus dedos y adquiera los productos dermatológicos más adecuados para su tipo de piel.
BUENAS NOCHES
Antes de acostarse, tiene que desmaquillarse “con bifásicos y agua micelar”, señala Córdova. Luego seguir estos pasos:
- Limpiar. Para eliminar la suciedad y las células muertas que le dan un aspecto apagado.
- Tonificar. “El tónico, que equilibra el pH debe ser libre de alcoholes y fragancias, y el sérum acorde a sus necesidades especiales”, sugiere la cosmiatra Marlyth Castañeda. Considere que el tónico refresca, cierra los poros y tonifica, mientras que los sérums más habituales, que contienen ácido hialurónico y vitaminas, previenen el envejecimiento prematuro.
- Hidratar. Póngase un hidratante nocturno, que contenga componentes que estimulen el proceso de regeneración celular. “Que esté exento del FPS y pigmentos”, aconseja Hurtado.
CADA PIEL, UN MUNDO
- Normal: ni demasiado grasa, ni demasiado seca. Poros finos, buena circulación sanguínea, textura aterciopelada.
- Seca: opaca, deshidratada, áspera, con elasticidad débil, tiende a arrugarse.
- Grasa: poros dilatados y visibles, tendencia a espinillas, brillante, engrosada.
- Mixta: Grasa en la zona T (frente, nariz y mentón) y seca o normal en las mejillas.
- Sensible: “Es una característica que pueden tener todos los tipos de piel: que pica o arde, se enrojece fácilmente, intolerante”, indica Córdova. Reaccionan ante jabones y productos con alcohol o aromas.