El protector solar es una parte importante para la salud de nuestra piel, debido a que este tiene la misión de mantener nuestra piel en buen estado. Además de esto, también se encarga de proteger nuestra piel de los rayos UV que son producidos por el sol. El sol nos puede generar quemaduras importantes si no nos protegemos de él de la forma correcta. En general, el protector solar se encarga de la salud de nuestra piel, tanto protegiéndola como también sanándola.
Sin embargo, es muy común el no utilizar el protector solar de la forma correcta, por lo cual, aun aplicando una buena cantidad de protector, este no logra cuidar del todo nuestra piel. Cuidar nuestra piel es algo que debemos tener siempre en cuenta. En este artículo se observarán los distintos errores que hacemos al aplicarnos protector solar en el cuerpo y también otras recomendaciones a tener en cuenta.
No aplicar la cantidad suficiente
El protector solar se encarga de hacer una protección más para la piel. Esta necesita una dosis adecuada, la cual muchas veces está escrita en el empaque del producto. Normalmente, se dice que 2 miligramos por cada centímetro cuadrado de piel expuesta. Sacando cálculos regulares, sería un vaso de crema completo para todo el cuerpo. Una cucharada de protector solar es lo adecuado para cada brazo y cada pierna del cuerpo, y media para las demás zonas.
Olvidar algunas zonas
Cuando pensamos en aplicarnos protector solar, siempre tomamos en cuenta la cara, piernas, brazos, o en caso de ir a una piscina o playa también tomamos en cuenta la espalda. Los labios, los parpados, las cejas, o también el cuero cabelludo son unas áreas que no se toman en cuenta, pero que siguen siendo importantes. Estas partes anteriormente mencionadas, en caso de recibir quemaduras, puede ser muy incómodo, y doloroso, debido a que estas zonas son muy sensibles.
No leer las etiquetas
Las etiquetas de los envases nos dicen contra que nos protegen los protectores solares. La radiación UVA y UVB son las radiaciones que son producidas por el sol, sin embargo, son diferentes. Los rayos UVA son aquellos que producen fotoenvejecimiento, y es decir, las manchas y las arrugas en la piel. Los rayos UVB son los que producen cáncer en la piel y también la quemadura solar. Por lo tanto, debemos estar seguros de que estas estén presentes en las etiquetas de los productos a utilizar.
Pensar que el sol solo daña en la playa y en la piscina
La radiación producida por el sol es una parte que se debe tener en cuenta. Los rayos UV no solo golpean en la playa o en la piscina, golpean todo el día, mientras esté soleado, debido a que los rayos atraviesan los cristales o las sombrillas. Estos también son reflejados por la arena o los vidrios, haciendo que los rayos al rebotar nos golpeen de forma directa. Es por ello que es recomendable utilizar protector solar en todo momento